Un rechazo entre los comerciantes detallistas ha generado un proyecto de ley que busca imponer licencia para que los colmados, salones, barberías y hasta lo ventorrillos puedan vender bebidas alcohólicas.
La federación que los agrupa dice que eso representa una especie de nuevo impuesto a los pequeños comercios.
Ese permiso sería emitido por el Ministerio de Interior y Policía, según consta en un proyecto de ley que estudia el Senado.