El barrio Capotillo cuenta con centenares de personas de mucha valía, mujeres y hombres trabajadores, pero que lamentablemente han perdido la batalla mediática con los menos que violan la ley y que cometen actos contrarios a “lo que manda la sociedad”.
Ahora resulta que luego de decenas de vídeos virales de “desacatos” en la famosa calle 42, todo el mundo tiene el sector en su boca al punto de que muchos se ofrecen hasta para desarrollarlo.
La verdad que es mejor caer en gracia, que ser gracioso, ¿verdad?
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