En el Congreso Nacional le están dando vueltas innecesarias al proyecto de Ley de Fideicomiso Público.
La pieza debe ser aprobada, salvaguardando un punto que los expertos en derecho constitucional afirman es peligroso, el que corresponde al artículo 8.5, el cual se refiere al carácter de la deuda pública.
Ese numeral 5 no pasó el primer examen de constitucionalistas y el gobierno debe sentarse a rediseñar ese punto en la ley, lo cual no es complejo.
Fuera de ello, la ley garantiza que las propiedades incluidas dentro de los fideicomisos y los procesos que acompañan a esa figura legal se queden dentro del manto de la cobertura pública, lo cual nos deja tranquilos.
Aclaramos, igualmente, que compartimos las preocupaciones de diversos sectores sobre la vigilancia que se debe dar a este tipo de andamiajes, que no son noveles, aunque respaldamos que tampoco hay que tratar de demonizar un concepto que puede ser positivo para el desarrollo del país.
Dar paso a esa ley es una responsabilidad que el Congreso debe asumir, para poder pasar la página.
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